He aquí cinco formas en que las drogas y el alcohol pueden afectar a tu salud mental.
¿Cuándo fue la última vez que habló con un profesional sanitario sobre su consumo de drogas y alcohol? ¿Recurre al alcohol o a las drogas para automedicarse? En el Kenosha Community Health Center, nuestro objetivo es ayudar a cada paciente a #BeWell y proporcionar educación a nuestra comunidad que ayude a cada miembro a tomar decisiones saludables.
¿QUÉ PUEDE HACER?
Ahora que ya sabes cómo pueden afectar las drogas y el alcohol a tu salud mental, el siguiente paso es reflexionar sobre tus hábitos en relación con estas sustancias. Puede que, aunque creas que las consumes de forma responsable, en realidad estén afectando a tu salud mental.
La salud mental y el abuso de sustancias son tratables. Por favor, póngase en contacto con nosotros en (262) 656-0044 para concertar una cita con un profesional médico para discutir cómo podemos ayudarle a #BeWell.
1. Cómo afectan las drogas al cerebro
El cerebro es el órgano más complejo del cuerpo. Regula y coordina todos y cada uno de los procesos corporales a través de un sistema de comunicación en el que las neuronas transmiten mensajes entre las distintas estructuras del cerebro y otras partes del cuerpo. Los fármacos interfieren en la forma en que las neuronas envían, reciben y procesan la información. Dependiendo del tipo de droga, afecta a una parte distinta del cerebro. Y aunque puedas sentir un placer momentáneo, los efectos secundarios pueden ser permanentes. Algunos de estos efectos son el deterioro del aprendizaje y la función cognitiva, la pérdida de memoria y la falta de autocontrol, entre otros.
2. Cómo afecta el alcohol al cerebro
Al igual que las drogas, el alcohol altera el sistema de comunicación del cerebro. Aunque al principio el alcohol puede hacerte sentir enérgico, feliz e inhibido, en realidad funciona como depresor del sistema nervioso, lo que puedes comprobar cuando, tras unas cuantas copas, empiezas a tener problemas para coordinar tus movimientos y hablar con fluidez. El abuso de alcohol tiene efectos a largo plazo sobre la salud física y mental, como daños hepáticos, cáncer, deterioro cognitivo, pérdida de memoria, psicosis, ansiedad y depresión.
3. Cómo afectan las sustancias a la memoria
A veces, cuando bebes demasiado, al día siguiente te cuesta recordar algunas partes de la noche. Incluso puede que la gente le cuente lo que ha dicho o hecho y usted no recuerde nada. Estos "desmayos", como se les suele llamar, son un indicio de que estás bebiendo demasiado, y aunque sufrir uno no significa que las células cerebrales asociadas a la memoria estén dañadas, beber en exceso con frecuencia puede dañar las células de la memoria de forma permanente.
4. Relación entre las sustancias y la ansiedad y la depresión
Existe una correlación directa entre la adicción a sustancias y estas enfermedades mentales, lo que significa que el abuso de sustancias puede ser lo que desencadene la ansiedad y la depresión, pero tener ansiedad y depresión puede llevar a convertirse en adicto a las drogas y al alcohol. Según la Asociación Americana de Psiquiatría, la depresión es una enfermedad que provoca sentimientos de profunda tristeza y pérdida de interés por actividades que antes se disfrutaban. Si no se trata, puede causar problemas en la vida personal, las relaciones, el trabajo o los estudios. La ansiedad es una enfermedad que provoca sentimientos de preocupación y miedo intensos, excesivos y persistentes ante situaciones cotidianas. Estos sentimientos son difíciles de controlar y desproporcionados con respecto al peligro real. Estas enfermedades pueden desencadenar el consumo de sustancias como forma de automedicación en un intento de sentirse mejor. Pero, en realidad, en cuanto pasan los efectos de las sustancias, la persona suele sentirse más triste que antes, lo que puede llevarla a consumir de nuevo y acabar creando una dependencia.
5. Las sustancias pueden causar estrés
A menudo utilizamos el alcohol, a veces incluso las drogas, para hacer frente al estrés diario en nuestras vidas. Aunque no hay nada malo en tomarse un vaso de vino de vez en cuando después de un largo día, el consumo frecuente de alcohol y drogas como forma de afrontar el estrés puede ser contraproducente. Aunque te sientas relajado durante un par de horas después de consumir una sustancia, cuando se pasa el efecto tienes que volver a enfrentarte al mismo estrés, lo que puede llevarte a consumir de nuevo, creando un círculo vicioso. Además, piénsalo, cuando estás borracho o colocado, tiendes a tomar malas decisiones, como llevar al límite tu tarjeta de crédito, involucrarte con alguien que no deberías y arruinar una relación, meterte en una pelea física, etc. En cuanto desaparecen los efectos de la sustancia, tienes que enfrentarte a estas situaciones, lo que, obviamente, te dejará más estresado.
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