Pillar Health y Kenosha Community Health Center celebran la concesión del Premio a la Trayectoria Profesional 2024 de la Universidad Marquette a la Dra. Mary Matteucci Ouimet, directora general.

Cuando recibí la primera llamada de Lansen Barrow en enero para notificarme que había sido seleccionada para este increíble premio a los logros profesionales, decir que me sorprendió sería quedarme corta. El primer pensamiento que me vino a la cabeza fue "pero si no he hecho más que empezar" ... palabras dichas en este mundo de la sanidad en el que siempre hay tanto por hacer. Pero después de 38 años, puedo reflexionar honestamente sobre los hitos y los momentos decisivos que casi siempre surgieron de desafíos únicos —a menudo experiencias compartidas con colegas — que nos hicieron más fuertes y nos ayudaron a lograr cosas más grandes de lo que jamás podríamos haber imaginado.

En diciembre de 1986, dejé la Universidad Marquette con los ojos bien abiertos y ansiosa por empezar mi primer trabajo como enfermera profesional en la unidad ortopédica del actual St. Mary’s Hospital de Columbia. Me había formado plenamente como "enfermera de Marquette" con un enfoque centrado en la Cura Personalis que en la tradición de San Ignacio significa "cuidado de toda la persona", y asumiendo plenamente la responsabilidad de "marcar la diferencia" con los pacientes, las familias, en la prestación de unos cuidados excelentes, como miembro del equipo, pensadora crítica, etc. Rápidamente me di cuenta de que los profesionales de enfermería eran el "pegamento" que casi siempre hacían que todo funcionara para los pacientes, para los proveedores, para sus relaciones mutuas e incluso para la organización. Eran los líderes de los cuidados, los equipos, las operaciones cotidianas y la práctica profesional, bien respaldados por normas profesionales para guiar prácticas y cuidados.

Con el paso del tiempo, pasé por otros puestos y entornos hospitalarios, donde me quedó en claro que lo que más me convenía era trabajar en una organización religiosa que coincidiera con mis valores y apoyara el enfoque holístico de la atención que se presta en el ámbito de práctica independiente de un profesional de la enfermería. En 1991, acepté un trabajo como enfermera clínica especialista en Wheaton Franciscan System, donde permanecí durante 27 años. Durante ese trayecto, recibí la inspiración de mis compañeros y tuve como mentores a modelos increíbles que me guiaron y se comprometieron en mi desarrollo en cada etapa, primero en la función de Especialista en Enfermería Clínica (CNS) liderando los esfuerzos de salud de la población (antes de que nadie supiera lo que tal función era), luego como líder de la división de cuidados intensivos, y finalmente como líder de la organización, en la función de Vicepresidente Sénior y Directora de Enfermería durante más de 15 años. Tuve la bendición de que las Hermanas Franciscanas de Wheaton me formaran como "líder ministerial", lo que me llevó a los valores de 1) respeto por el carácter sagrado de la vida y la singularidad de cada persona, 2) integridad, 3) desarrollo propio y de los demás, 4) excelencia en la atención y el servicio, y 5) administración responsable para garantizar la suficiencia de recursos a fin de prestar atención a todos.

Junto con mis colegas ejecutivos, guiamos a la organización a una estructura de "cinco pilares" enla trayectoria para obtener el premio Malcolm Baldrige —y tras haber recibido la versión del estado con el premio Wisconsin Forward —, demostrando resultados sostenidos en un sistema bien definido de liderazgo y calidad. Hemos respaldado el desarrollo de enfermeros y talentosos equipos clínicos y de liderazgo que demostraron excelentes resultados en la atención y las operaciones durante muchos años. Aprendimos a adaptarnos a los retos que se nos planteaban y a "responder a las necesidades de cada momento" en un panorama sanitario en constante cambio. Éramos un equipo que utilizaba estrategias de liderazgo basadas en la evidencia y ejecutadas con funciones únicas: la mía como voz de líder de enfermería, que salvaguardaba la calidad de los cuidados y era capaz de contribuir a diseñar, implementar y evaluar la atención que prestábamos de una manera que preservara y potenciara la función de los profesionales de enfermería.

Sin embargo, lo que podía ver con mucha claridad era que los problemas y cuestiones que desafiaban el entorno hospitalario eran síntomas de lo que NO estaba ocurriendo fuera del hospital. Cuando terminé mi Doctorado en Prácticas de Enfermería (DNP), supe que necesitaba salir del entorno hospitalario para tener un impacto en la comunidad. Tuve la suerte de aprovechar muchos aprendizajes del programa Johnson & Johnson Nursing Executive Fellowship en Wharton School en 2009, y la exposición que tal programa me proporcionó para interactuar con líderes de enfermería que habían implementado modelos de atención comunitaria dirigidos por enfermeros en Canadá, Inglaterra y Australia. Sin embargo, no tenía bien en claro cómo implementar diversos aspectos de tales modelos en el contexto de nuestro sistema sanitario estadounidense. De 2018 a 2020, fui consultora en prácticas privadas y descubrí que, como diría mi hermano Bob, allí afuera era "el salvaje oeste": con mucha menos estructura para la atención, pero con una creciente demanda de resultados clínicos por parte de pagadores que ofrecían reembolsos cada vez menores a los proveedores. Lo que más me llamó la atención fue la ausencia de la enfermería para "cerrar las brechas " en la atención, la gestión de la calidad y la práctica administrativa, sobre todo después de ver cómo las prácticas ambulatorias eliminaban puestos de enfermería debido a su alto costo percibido, sin darse cuenta de lo que les estaba costando en última instancia.

Durante esta fase de mi carrera, seguía buscando "lo que me correspondía hacer", una forma muy franciscana de conocer la propia vocación. Pero en enero de 2020, un amigo que era Presidente del Consejo del Centro de Salud Comunitario de Kenosha me pidió que ayudara a estabilizar la organización, que se encontraba en una situación muy difícil, durante una transición de sus Directores Generales. No tenía ni idea de que este sería el escenario en el que todas las piezas podrían encajar y alinearse para proporcionar atención de una manera muy diferente. Rápidamente me familiaricé con el modelo de Centro de Salud Calificado a nivel Federal (FQHC) y con el inmenso alcance de la atención médica primaria, dental y de salud conductual de KCHC, que abarca un área de servicio de más de 350,000 ciudadanos en los condados de Kenosha, Racine y Walworth Oriental, y que contiene una gran población desatendida. A los 30 días de mi llegada, estalló la pandemia y el país quedó paralizado. Decidimos evitar que una buena crisis se desperdiciara e hicimos "renacer" el centro de salud como líder de la comunidad, realizando pruebas de Covid y vacunaciones, y atendiendo a más de 24,000 personas. Lo importante fue el esfuerzo por recabar la opinión de la comunidad sobre el tipo y el diseño de servicios de atención primaria que estuvieran adaptados a sus necesidades. A partir de ahí, nació el concepto de una nueva "Pillar Health", se obtuvieron fondos para subvenciones, se adquirió un nuevo sistema de registros de salud Ochin Epic y se compró y renovó un edificio capaz de albergar una práctica médica, dental y de salud conductual totalmente integrada, un verdadero hogar de la salud con un equipo de atención interprofesional.

En noviembre de 2022 se abrió la consulta piloto, que no ha dejado de crecer. Cuento con un equipo increíble de líderes que están guiando el desarrollo continuo de la consulta. Lo que hará que Pillar Health sea único es la oferta de servicios totalmente integrados respaldados por un recorrido del paciente, coordinación de la atención y gestión de paneles bajo la dirección de enfermeros. Se trata de un modelo de atención basado en el valor, preparado para ofrecer al paciente una experiencia asistencial superior y, al mismo tiempo, lograr resultados clínicos y financieros sobresalientes. Es un modelo que aprovecha la función de los profesionales de la enfermería, que se basa en los argumentos comerciales a favor de la enfermería y que representa una respuesta a la "llamada a la acción" que se puede encontrar en el "Informe sobre el futuro de la enfermería" de más reciente publicación. Espero que en cinco años Pillar Health sea un nombre común en el sudeste de Wisconsin y que ofrezca un modelo sostenible de atención sanitaria basada en el valor, con centros clínicos en cada condado, conocidos por "marcar la diferencia" entre las opciones de atención primaria.

Para terminar, les dejo con algunos aprendizajes clave y una muestra de gratitud:

1. Todo edificio necesita unos cimientos fuertes: agradezco a mis padres por inculcarme la importancia de una vida de servicio y el regalo de una educación en Marquette. (Mamá, tú fuiste mi primer modelo de enfermera, y mi difunto padre, graduado de la Facultad de Odontología de Marquette, creía profundamente en los valores de la universidad y en la calidad de la educación).
2. Los grandes líderes saben que forman parte de algo mucho más grande que ellos mismos: agradezco a mis mentores y colegas, que siempre me ayudaron a tener un panorama mucho más amplio; personas como Susan Boland, Sandra Shelley, Donna McCarthy, Carol Feuger y Rosi Fowler, por nombrar solo algunas.
3. Las grandes ideas en sanidad no pueden ejecutarse sin grandes equipos de personas apasionadas: quiero agradecer al equipo de KCHC (muchos de los cuales están hoy aquí), que ha contribuido a la visión de Pillar Health y trabaja incansablemente para hacer realidad el modelo.
4. La vida de un enfermero y líder de enfermería es realmente dura sin el apoyo y el sacrificio de su familia:
   • Gracias a mi familia y amigos que han venido hoy aquí y que han estado ahí a lo largo de los años.
   • Un agradecimiento especial a mis cuatro hermanos (todos licenciados en Marquette) por contribuir a mi competitividad.
   • Gracias a mis tres hijos (todos licenciados en Marquette, incluidas mis dos hijas enfermeras de Marquette aquí presentes), que muchas veces han tenido que arreglárselas en mi ausencia a lo largo de los años.
   • Gracias a mi yerno, Trey, también graduado de Marquette, que ahora está haciendo sus propios sacrificios para apoyar a su propia enfermera de Marquette.
   • Y gracias a mi marido, Joe, que ha sido un socio desinteresado que demostró un apoyo inquebrantable desde el primer día.
5. Las enfermeras de Marquette son diferentes: son líderes y marcan la diferencia:
   • • Gracias, Marquette University College of Nursing, por vuestro papel en formarme como enfermera de Marquette.
     • Gracias por reconocer mis logros profesionales con este prestigioso premio".